Que no!, Que no es por querer sopa!!!!

Andrea, mi amor total y absoluto, tiene ya dos años y tres meses y está en esa etapa en la que, aún sabiendo comer sola, usa todas las armas a su alcance para que le eches una manilla.

Ayer mismo hablaba con su abuela y le decía.

-- Abuela porfiiiiii.......

-- Qué quieres Andrea?

-- Porfiiii......

-- Qué quieres? que te de la comida????.

-- Síiiii...... pero  (poniendo cara de víctima)......que no se entere mamá......!!!!!!!.

Obviamente mi suegra sucumbió ipso facto a los encantos de la enana (que además tiene más cuento que Calleja) y terminó dándole la sopa de turno.

Confieso que soy gran fan de Andrea porque me alegra la vida, porque aprendo mucho de ella  y porque, con lo canija que es, pone, magistralmente, en práctica, aquello que nos contaban sobre la función Apelativa del Lenguaje y sobre cómo podemos utilizarlo para conseguir que los demás hagan cosas.

Hoy mismo leía sobre la importancia de la asertividad y del indudable valor de saber cómo expresar tu opinión de una manera u otra en función del momento o la situación específica. Tener la habilidad de transmitir lo que esperas que el otro haga y encima saber adaptar tu discurso a ese momento justo o a la persona a la que lo diriges es, bajo mi punto de vista, un arma infalible que te consigue que, como poco, poquísimo tu abuela te de la sopa y que, encima, no se lo diga a tu madre (de ahí...al infinito!!!!!!).

Hace un par de  meses hablaba con una amiga que me decía que para hacer "lo que yo hago" bien debía tener en cuenta varios factores.

1) Sonreir (en eso estoy MUY de acuerdo) y proyectar una imagen de confianza y solvencia profesional  ("eso lo tienes" me dijo...pero claro...es amiga)

2) Ser honesto y nunca, pero nunca, nunca prometer algo que no puedes cumplir  ("eso también lo haces" repitió pero, honestamente, pienso yo, eso tiene "mérito cero":  por principios y, además, por pura supervivencia).

3) Saber  transmitir (y aquí incluyo transmitir a profes, Clientes y compis varios)  y presentar lo que ofreces con transparencia haciendo percibir tu convicción de que se trata de un producto de calidad (no señor!!...la venta de motos no es aquí...) y, sobre todo, de que te preocupas por que lo siga siendo.

En este último, en el 3, en el de "contar cosas y contarlas bien" es en el que, sin pasar de este finde, pido consejo a Andrea (y ya puestos, a mi Martín que, aunque con sus 6 meses dice más bien poco, tiene toda la pinta de ir a pillarlas todas al vuelo).

No es que quiera que mi suegra me de sopa (bastante hace ya la mujer) pero si logro comunicar la mitad de la mitad de lo que comunica Andrea y al hacerlo consigo no provocar indiferencia, me doy por satisfecho.