No, si yo aprender inglés quiero...pero hoy no...!mañana!






ENGLISHL

No, si yo aprender Inglés quiero…pero hoy no….!mañana!…”

Ayer, y por nonagésima sexta vez en lo que va de mes, una de las alumnas que asisten a los programas de preparación de exámenes que, como complemento a nuestra actividad formativa en empresa, impartimos en nuestras instalaciones, me ha dicho “lo de siempre”:

 - “no, si yo aprender inglés quiero pero luego, con más tranquilidad, ahora lo que necesito es pasar el examen y quitarme de encima este rollo”.

Esta afirmación que, bien mirada no deja de ser de lo más triste y que convierte al idioma en “obstáculo” más que en “herramienta” que nos amplíe posibilidades, no es sino el fiel reflejo de nuestra situación actual en lo que a idiomas se refiere.

Hoy en día, y sobre todo en determinados ámbitos, “eres o no eres” dependiendo de si tienes un papel que “demuestre” que has alcanzado una puntuación o un resultado mínimo. Según dónde, se prima el título antes que el verdadero conocimiento.

Bien es verdad, y eso lo admito,  que la manera más fácil y práctica de “cuantificar” (y sobre todo si se trata de colectivos muy grandes) es someter al candidat@ a un examen, pero también lo es que hay EXÁMENES y exámenes y que, por mucho que nos digan que “tanto monta, monta tanto”, para obtener puntuaciones altas en según cuáles, no hace falta saber mucho.

Dejando aparte mi mayor o menor afinidad con según qué modalidades de evaluación, el verdadero trasfondo del tema es que, a día de hoy, los idiomas son percibidos, en muchos casos,  como una barrera más que como un instrumento.

Lamentablemente y aunque se trabaja de manera sensata para remediarlo, el nivel medio del alumno español sigue siendo bajo y el problema es que, para equipararnos a otros países, se empieza la casa por el tejado y se pretende que “sepamos” sin que las condiciones que nos han acompañado durante nuestro aprendizaje (profesorado poco preparado, grupos muy numerosos, escasa motivación etc. etc.) hayan sido las idóneas.

Ayer mismo, un Cliente que ha firmado un acuerdo internacional nos solicitaba un curso para su jefe de ventas y lo hacía describiendo la situación de la  siguiente manera:

Necesitamos para nuestro jefe de ventas un formador en inglés. Tiene un nivel básico de inglés y quiere que la metodología se base al máximo posible en conversación…ya que hemos firmado un acuerdo con una marca internacional”.

Lógicamente, vivimos de vender formación pero, también de no venderla a cualquier precio por lo que mi respuesta a la petición fue:

“Enfoque de la clase: obviamente, tratándose de un jefe de ventas y sobre todo teniendo en cuenta que imagino le necesitaréis para tratar con la marca internacional de la que hablas intentaríamos dar a las clases un enfoque lo más práctico/conversacional posible. Ahora bien, y aquí te soy totalmente honesto (ya nos conocemos y no es cuestión de venderos un curso por venderlo sin preocuparme de si sacáis provecho o no). Si parte de un nivel básico e independientemente de que haríamos lo imposible por ponerle a funcionar a nivel oral, el progreso y los resultados serán lentos, el curso implicará tener que meter bastante estructura e ir paso a paso.  Si realmente su nivel es básico será muy complicado que se defienda con soltura en un periodo  corto. Podemos dar a las clases un enfoque funcional y prepararle para según qué situaciones pero que sea “autónomo” llevará tiempo y esfuerzo.”

En definitiva, se parte de una situación en la que ya sea por obtener un papel que te piden o porque te pilla el toro se percibe el idioma como el “rollo” del que hablaba la alumna de antes.

¿Solución?:

1)   Paciencia. Los idiomas no son magia y aprenderlos lleva su tiempo.

2)   Inversión inteligente: apostando por profesionales/profesorado de garantía aunque pueda, aparentemente, suponer una inversión más alta. En formación lo barato y los atajos terminan siendo caros y es algo que, lamentablemente, no termina de calar. Nadie que quiera un coche bueno y con unas determinadas prestaciones se cree que le va a responder como él espera si encuentra que se lo venden por 20€.  Sin embargo hay mucha, pero que mucha gente (tanto a nivel particular como desgraciadamente Corporativo) que a la hora de contratar un proveedor de formación se queda con la oferta más baja (aún sabiendo que alguna otra más alta le funciona y le asegura resultados). Luego si sale mal…..

3)   Enfocar la formación hacia necesidades específicas. Fenomenal formar a todo el mundo pero, y más en el ámbito de la empresa, lo sensato es seleccionar a los colectivos que realmente precisan aprender una lengua para trabajar y formarles en base a esa necesidad adoptando un enfoque y una metodología que se adapte a lo que precisan y a cómo lo precisan.

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