Spa y masaje para dos.

Spa y masaje para dos.

Soy de la opinión de que el trato humano, el toque personal, el modo en el que te relaciones con la gente en general y con el Cliente en particular, dan muchas pistas sobre tu forma de ser y de trabajar.

Ese primer contacto, esa actitud e, incluso, eliminando cualquier componente visual, la forma de redactar un correo o de contestar y atender al teléfono, son tu mejor tarjeta de presentación y proyectan una imagen que, puede, igual de fácilmente, conducir al éxito o al fracaso.

Queda claro que el planteamiento inicial de cualquier presentación, el modo de abordar una reunión de negocios o incluso el par de minutos de charla informal subiendo en el ascensor mientras te llevan a la sala donde vas a contar lo que haces, son decisivos para que “tu audiencia” decida, aunque quizás sea injusto, si les gustas o si, por el contrario, les vas a aburrir hasta la muerte y no le caes demasiado bien.

El caso es que hoy, hace un rato, me he topado con alguien que, queriendo o sin querer y abundando en lo de gustar o no gustar, ha logrado “enamorarme”, ha captado mi atención y me ha “ganado para su causa”.

Por ponernos en situación:

Ubicación: Gran centro comercial, sección de cofres regalo con sus 100000 variedades, colores, formas y marcas.

Potencial comprador: yo J con prisa, como siempre, pero con un objetivo relativamente “claro”: llevarme para casa “cofre regalo incluyendo pack masaje para adultos y niños (2)”.

¿Ayuda externa?: 1 sola vendedora contratada, a comisión imagino, por una de las marcas. Sin representación “vendedoril” (ni había ni se la esperaba) de las otras empresas de la competencia.

Aproximación de la vendedora que pregunta, muy amablemente, qué es lo que busco. Aunque su empresa no trabaja ese producto en particular me ayuda, contra todo pronóstico y aunque, repito, imagino que trabaja a comisión, a buscar en expositores de las marcas de la competencia y me explica las ventajas e inconvenientes de lo que vamos encontrando.

Resultado de la búsqueda: alguna opción de cofre incluyendo 1 niño pero no 2.  LL

Estrategia a seguir:

1) Replanteamiento del objetivo inicial = ante la perspectiva del inevitable cabreo del “niño damnificado/sin masaje”, adquisición de “pack de spa y masaje para 2” (conocido también por “cofre para que los canijos se queden un rato con los pobres abuelos”).

2) Por justicia cósmica y a pesar de la múuuuultiple variedad de tratamientos, masajes, spas, “spes”, “spis”, “spos”, e incluso “spus” que me miraban con ojos expectantes desde tooodos esos expositores sin representación “vendedoril”, comprar el pack a la “vendedora única” (mi vendedora a partir de aquí) como resultado lógico de su dedicación y empeño más allá de los “límites del deber”.

En conclusión: dar un servicio integral, ofrecer un producto completo, ser honesto con lo que “vendes” e intentar facilitar, en lo posible, la vida del Cliente dan, han de dar, espero, su fruto. ¿No?.