PENDIENTES DE PATENTE.

                       Prototipo 1

Sábado 25 de Agosto, en una playa cualquiera del Mediterráneo. Andrea, 8 años, mi amor total y absoluto, inaugura, orgullosa, su empresa de "Producción de agujeros (2 prototipos) rellenos de agua de mar para los pies" (Pendientes de Patente), 

¿Inversión inicial?  Prácticamente inexistente. El entorno provee todo lo necesario y al estar, en esta primera fase, produciendo a pequeña escala, la misma Andrea puede encargarse, in situ, de todo lo relativo a planificación (atractivo diseño circular) y ejecución de las obras sin tener que invertir en salarios, seguros sociales o gastos indirectos.

¿Tiempos? A pesar de la dificultad, un agujero de las características y la calidad necesarias puede estar listo en no más de 3 minutos por lo que, de tener los resultados esperados, la empresa puede crecer rápidamente para hacer frente a la demanda.

¿Beneficios para el usuario?....TODOS como ella muy bien explica: al utilizarlos, la piel de los pies se limpia de impurezas y el Cliente se relaja. Se ofertan, además, a un precio competitivo: 1€ simplemente y no están sujetos a ningún tipo de restricción temporal = uno puede quedarse todo el tiempo que quiera.

¿Riesgos potenciales de la iniciativa? Andrea tiene madera de empresaria y no se ha lanzado a esta aventura a tontas y a locas. Como mandan los cánones y dicta la lógica, ha estudiado el mercado cuidadosamente y ha seleccionado un primer nicho que, por ya conocido, promete, como en anteriores ocasiones, reportarle pingües beneficios: teniendo, de partida, una infraestructura consistente en, como ya comentábamos, 2 agujeros, lanza la oferta al abuelo Paco y, porque tengo una suerte que no me la merezco, a un servidor confiando, a posteriori, en el boca a boca y sabiendo que, de salir satisfechos con el servicio, convertiremos a la abuela Esther y a mamá en Clientes potenciales.

¡La empresa funciona!. Subyugados por los innegables beneficios del sistema y más que satisfechos con la relación calidad-precio, el abuelo Paco y yo disfrutamos y disfrutamos de nuestros prototipos percibiendo claramente, como las impurezas desaparecen y el relax nos invade por doquier. 😍😍😍

Andrea, que en los minutos siguientes realiza un sondeo de opinión entre los usuarios para detectar posibles carencias y puntos de mejora, es líder en el sector, ha dado el pelotazo y disfruta de las mieles del triunfo.💪💪

El mundo de los negocios es como es. Martín, 6 años, monstruo total y absoluto, mi cielo y mi tesoro, irrumpe repentinamente en el mercado ofertando un producto de corte similar al de Andrea pero, básicamente por tocar las narices a su hermana, ofreciéndolo gratis.

Bien es verdad que, a primera vista y sabiendo que las más de las veces lo barato resulta caro, el proyecto (ver imagen a continuación) no presenta ni los estándares de calidad, ni el acabado (tiempo invertido unos 30 segundos por agujero) ni las garantías que un consumidor exigente esperaría pero, aun así, la oportunidad tiene su atractivo y el abuelo Paco se plantea, seriamente cambiar de proveedor. 😠😠

                                    Prototipo diseñado por  la "Martín beach boy Ltd."

Andrea y su proyecto entran en crisis pero, tras la debacle inicial (y cuando ya pensaba yo que Martín no tendría playa par correr), contraataca presentando un Servicio “Premium” que garantiza la ausencia total de algas y plantas marinas en los agujeros (¡se someten a limpiado manual!) y añadiendo, como elemento sorpresa, un masajito reparador en el cuello de los usuarios. Nos informa, eso sí, de que el Premium es gratuito inicialmente pero que, tras la fase de pruebas ("a la próxima, Papi"), tendrá un coste añadido y de que, pase lo que pase, habrá de mantener sus tarifas para asegurar la calidad del servicio.

            Opción "Premium" tras limpiado manual del habitáculo

Martín, visto lo visto, totalmente sorprendido por la maniobra y porque, básicamente, decide que le apetece jugar a las palas con mamá, que acaba de llegar, abandona su actividad empresarial y se bate en retirada.😆😆

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Y esto, que ha pasado tal y como lo cuento y que tantísimo nos ha entretenido a todos hoy  es "la vida misma" y no deja, creo yo, de ser una lección magistral que podría resumirse en:

1)  Cualquier idea/iniciativa/modalidad o solución formativa (llámalo X), ha de ir, tras el necesario análisis previo, dirigida al público correcto. Identificar un nicho de mercado y “alimentarlo” con el producto adecuado es, de primeras, un acierto.

2)  Martines hay muchos y, por lo general, suelen tener mala idea. De nada vale lamentarse si nos topamos con ellos Adaptarse a la situación, hacer valer nuestra experiencia y nuestra condición de expertos (Andrea tenía unos 10 minutos más de antigüedad en el mundo del "business" y su marca personal contaba ya, por tanto, con un peso considerable entre la comunidad playera) y mejorar las prestaciones de nuestro producto manteniéndonos fieles a nuestras creencias y filosofía de trabajo dan, con constancia, resultados.