GOYO Y LA MALDICIÓN DEL CONOCIMIENTO
Soy, con diferencia, una de
las personas más torpes en lo que (entre otras cosas 😊) a tecnología se refiere.
Reconozco abiertamente que
por muy “espabilado” que pueda parecer en otros aspectos, voy más que a la zaga
en todos esos temas cibernéticos, técnico-cósmicos, cósmico-técnicos o
"interestelares" que, para mi vergüenza, tan asequibles
resultan a la inmensa mayoría de los mortales.
Y es que a mí, "lo
técnico", aun reconociendo los innegables beneficios que,
sin lugar a dudas, reporta, me ha supuesto siempre (cada vez menos) un cierto
grado de ansiedad y “sufrimiento” que me ha llevado a
desechar casi cualquier aparatejo o sistema que, de primeras, me haya
complicado la vida lo más mínimo. Soy de los que todavía leen en papel (y no
conciben leer de otra manera) y de los que, soy alumno visual, necesita un
lápiz (¡¡¡Papá no me pintes el libro!!!) cuando tengo que resumir o memorizar
algo.
Sé de sobra que así no se puede estar y ahora, de un tiempo a esta parte, lucho y lucho contra mi proverbial desidia y lucho, lo confieso, mucho más al ver la pasmosa habilidad con la que mis canijos lidian con tablets y Chromebooks y demás entes “del espacio”.
Y es así que, en una de estas, “luchando y enfrentándome”, conocí a Goyo, experto informático, guerrero del espacio cibernético y máster del CAU ("Centro de Atención a Usuarios" para los cibertorpes como yo) de uno de nuestros Clientes.
Goyo es, así lo veo yo, el último paladín , el recurso definitivo cuando la intranet del Cliente te niega, sistemáticamente, el acceso y cuando tus contactos de RRHH son, (solidaridad entre los apegados a la tradición) tan, como mínimo, poco duchos, como tú en su manejo. Goyo es el bastión…..la solución final…..y nuestra historia empezó así.
- - Sí. ¿Digame?
- - ¿David?. Soy Goyo. Mis compañeras me dicen que no te aclaras con la intranet.
- - Hola Goyo. ¡Menos mal! Llevo dos días entrando con mis claves, metiendo el certificado electrónico (este paso se lo brindo a mis niños!!!!!), y después de esto, empieza todo a parpadear y así se tira 20 minutos.
- - ¿Habrás instalado la "autofima"?
- - ¿La qué?
- - La "autofirma". Sin "autofirma" no hay nada que hacer. Además no vale cualquiera. La versión de 24 bits da problemas. Si no tienes la de 32 mal nos va a ir. Todo depende, claro, del navegador que estés usando. No te recomiendo Chrome porque luego el programa va muy lento.
- - Ah……sí…perfecto. Y la "autofirma".... esa…. ¿dónde dices que está?
- - En la parte superior izquierda junto al panel de control bla bla bla bla bla….
- - Espera, espera que me pierdo.
- - No te preocupes, bla, bla, bla, bla, versión de java, bla, bla. ¿Que no te funciona? No tendrás, bla bla, bla, un cortafuegos? Bla, bla, bla.
- - ¿Ratón derecho?
- - Noooo. Bla, bla, bla. ¿lo ves ahora?
- - ¡¡¡Goyo!!!!!, Ya está….me dice Bienvenido a Autofirma 😊
- - ¿Cómo?
- - Bienvenido a "autofirma" y debajo del texto hay un cuadrado gris para arrastrar archivos.
- - Pero….no comprendo por qué te pone bienvenido a "autofirma"….¿cuántas veces has hecho click?
- - ¿Qué? ¿Click? No sé….¿dos?
- - A ver…léeme lo que pone.
- - Bienvenido a "autofirma"….bla, bla, bla, bla, bla y bla (esta vez soy yo…que ya empiezo a chapurrear la jerga 😊).
- - Pues no lo comprendo porque no debería ponerte eso.
- - Lo mismo - aquí, atención, es cuando, visto lo visto, recurro al humor para relajar la situación y hacerme amigo de Goyo - me lo pone porque detecta que soy muy simpático y por eso me da la bienvenida????
- - (Silencio
tenso al otro lado de la línea) me alegro de que piense que eres muy
simpático pero…..no
Pasé con Goyo una de las
horas más…."entretenidas" que recuerdo y logramos, codo con codo, no
sólo instalar "autofirma" sino todo lo que, uno y
otro, nos propusimos sometiendo, a diestro y siniestro y sin
paliativos, a la infame intranet del Cliente y lo hicimos
cuando…..Goyo se dio cuenta de que yo era "un
paquete" con todas las letras y que tenía que hablarme como si
no supiera….nada.
Toda esta historia que,
ahora, me parece tan entretenida no es sino una prueba más de la existencia de
lo que los psicólogos del comportamiento han venido
llamando la “Maldición del Conocimiento”.
Por definición, esta maldición es
un "sesgo cognitivo que se produce cuando un persona,
en comunicación con otra, sin saberlo, supone que los otros tienen
antecedentes para entender lo que se está diciendo". Es la
"maldición" de ese profesor tan fenomenal (y creo que todos
tenemos alguno en el recuero) que, atesorando todos los conocimientos
del mundo, no sabe transmitirlos, de un Goyo en su
"fase 1" cuando todavía no se ha dado cuenta de que quien
le escucha ni sabe ni comprende y la mía, en algún momento
de la vida, cuando, por ejemplo, mi amigo Enrique me pidió ayuda
para desentrañar los secretos de la Passive Voice (sin desvelarme que
no tenía ni idea de lo que era un pasado y mucho menos un participio) para
aprobar el Examen de Inglés de no sé qué año de Obras Públicas.
¿Aplicación de todo este
rollo?.
- Saber que cuando
uno opina algo es complicado ponerse en el lugar del que lo
desconoce y tener la suficiente habilidad para,
como docentes, adaptar nuestro discurso y transmitirlo
de manera que sea sencilla y asequible para la mente
"novel". Si como "profes" no tenemos esto,
estamos abocados al mayor de los fracasos.
- Saber también
que esta misma estrategia es igual de válida en todos los órdenes
de la vida (de hecho, el término "Maldición de
Conocimiento" fue acuñado - ver nota 1 - por tres
economistas en una publicación financiera), en la docencia como
decía, en el proceso de una venta, en una presentación o
en la tan complicada tarea de proyectar una imagen u unos valores.
Leía por ahí que el
conocimiento es el nuevo dinero .... no sé hasta qué punto estoy de
acuerdo pero lo cierto es que saber compensa y saber cómo
transmitirlo compensa aún más.
Comentarios
Publicar un comentario