Así....A lo Indiana Jones.... 25 años después
1 de Julio de 2023, el grupo expedicionario Batán (lo que queda de él….) con el apoyo inestimable de José Ignacio, filólogo (como aquí el menda) de pro y montañero entre los montañeros (“on fire” dice el muchacho que está…) acomete, inmune al efecto del tiempo, la Operación “Revival….25 años después” y completa mochila en ristre una de esas aventuras (terminé así a lo tonto andando 32 kms más de los que tenía en mente al salir de casa) que habrían, lo afirmo sin temor a equivocarme, de figurar entre las más sonadas gestas de las gestas más sonadas. 😎
¿Qué ya será menos…? Baste decir, a modo de nuestra del nivel de la
aventura, que (a esto haré alusión más adelante) la experiencia convirtió al
grupo y, por añadidura a José Ignacio, en el (agarraos que vienen curvas) único
colectivo de humanos vivos capaces de perderse recorriendo un cañón ... 🐱👤🐱👤
Narrar los detalles de tamaña proeza bastaría,
a buen seguro, para impresionar, como poco, al más pintado pero, no
siendo este el objetivo de esta historia, me limitaré a referir lo que, sin
lugar a dudas, resultó ser el ejemplo supremo de liderazgo, coordinación y
maestría (no es lo que sabes hacer sino cómo lo haces). Un ejemplo que, a la
postre, serviría para demostrar que acometer una cuesta arriba a 45 grados y
cargado nunca es demasiado difícil si la motivación es…la necesaria. 🚀
Perderse en un cañón es, como apuntábamos,
una experiencia vivida por muy poquitos mortales. Darse, no obstante, cuenta al
cabo del tiempo del error y ,visto lo visto, desandar lo andado inutilmente es, no nos
queda otra, signo inequívoco de entereza y resiliencia (hoy el que no es resiliente…)
…
Así que estando en lo de desandar…….
- David (aventurero
desandador): ¡Ostras el mastín….pedazo de bicho!
- José Ignacio (on fire):
ya te digo. Claro. Estará con el rebaño ese de allí al fondo.
- Ezequiel (cauto, analítico
… es ingeniero): ¡qué manera de ladrar!….espero que sea al cuervo ese
que tiene al lado.
- David (el de antes):
no sé yo….nos mira mucho.
- Mastín (imperturbable y
to´ tirado a la sombra de un árbol ….): guau, guau, gua, guau, guau,
guau, guau, guau, guau, guau, guau, guau, guau, guau, guau, guau, guau
-
José Ignacio (on fire pero
menos): al cuervo no es….
- Mastín (más tumbado que
nunca y avalado por el conocimiento que a nosotros nos falta): guau,
guau, guau, guau, guau, guau, guau, gua, guau, guau, guau, guau, guau
-
David (gracias a Dios, visión de lejos no falta..): ¡Ostras! ¡Mirad
al fondo del prado…!
Nota para el avezado lector: la escena transcurre en medio de un idílico
paraje. Prado de libro que cuenta, como está “mandao”, con su abrevadero
reglamentario, su grupito de caballos, su rebaño de ovejas y…. sus no menos de
15 mastines (mutantes, probablemente, visto el tamaño) que, alertados por la
llamada de su líder, surgen, cual centella, de todos y cada uno de los
matorrales, arbustos y recovecos inimaginables y que corren, a la voz de guau,
en pos de “los chaches”. 🐶🐶🐶🐶🐶🐶🐶 etc.....
-
José Ignacio (!!!¡¡¡): ostras, ostras.
-
Mastín (tiradísimo,
oye, ni un músculo mueve): guau, guau, guau, guau, guau, guau
-
Ezequiel (pelín menos analítico): ¡calla perro! pero
¿cómo corren tanto ...?
- David: cada vez están
más cerca. Tíos, aligerad y coged piedras que de aquí salimos mal…
Mal, mal….no salimos….el perro rural,
por muy mastín y mutante que sea, conoce el efecto nocivo de la piedra
montañera por lo que, ante la perspectiva de catarla en el hocico y habida
cuenta que el grupo con José Ignacio (más on fire que nunca) al frente salía
por patas de aquel prado, cejó, poco a poco, en el empeño y retornó a lo inhóspito
de la floresta ….. Decir, no obstante, que siendo las piedras pocas y los
mastines muchos, suerte tuvo el grupo de que, viendo la jauría que la amenaza
era poca, las tenebrosas bestias regresasen a su guarida…..
Y, salvada la vida que no tanto la honra….analizar
la situación como una muestras más claras de que la coordinación, el trabajo en equipo,
la división de tareas y el ejercicio de un modelo de liderazgo basado en unos
líneas de actuación claras y coherentes (ni un ápice se movió el jodio mastín) dan, habiendo o no ovejas por medio,
unos resultados óptimos. 🐑🐑🐑🐑🐑
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